Es probable que alguna vez te hayan llamado la atención las playas europeas en las que abunda el destape. No porque piense que eres un pervertido o algo así sino porque muchas veces nos pincha la curiosidad, cosa típica de la naturaleza humana. Sea como sea muchos, hombres y mujeres, alguna vez han pensado que sería “interesante” ir a una de ellas. Pues bien, te contaré lo que un amigo que recientemente ha venido de España me cuenta. Su punto de vista debe tomarse en consideración porque pienso que es lo que la mayoría de nosotros los caribeños sentiríamos. Así, por lo menos con los ojos ajenos podemos tener una idea de lo que pudiera ser nuestra experiencia.

La verdad es que para empezar no es para nada una vivencia romántica. Dice él: “Llego con mi esposa, busco mi sombrilla cerca de la orilla y comienzo a disfrutar de mi día libre. Fue entonces que un par de viejitos, en sus ochenta se acercan, nalgas al aire, entre otras cosas, caminando sobre la arena caliente y sin apenas poder avanzar por toda la orilla de la playa. Soy culpable de mirarlos pero a la vez de aterrorizarme por la escena. Tanto mi esposa como yo, con nuestros trajes de baño puestos, nos los tocamos en un ademán de protección,  preocupados de que se nos pudieran aflojar y caer. ¡Que horror!”

Sigue diciendo: “Ahora con un ojo abierto y otro cerrado pienso que no he seleccionado el mejor lugar para mi día libre en el que deseaba descansar y relajarme. Francamente ya no estoy tan relajado. Pero la experiencia se complicaría un poco más a medida que pasaba el día.” Me gustaría intervenir aquí con un dato curioso. En España no hay playas nudistas porque no son necesarias. El nudismo está permitido en la playa. Curioso es también que muchas personas toman el sol completamente desnudas pero cuando van al agua, se ponen su traje de baño. Sí, se ponen el traje de baño para tirarse al agua. Está bien yo tampoco lo entiendo pero es la costumbre. Ya decía mi madre: “Hay gustos que merecen palos”.

Hay que tener cuidado con otro tema, para nosotros, natural pero peligroso en las playas españolas. Los famosos selfies. “Mi esposa y yo decidimos tomarnos un selfie. No nos dimos cuenta de que detrás de nosotros había una señora topless. Tomamos la foto y sin percatarnos se la enviamos a nuestros amigos. Cuan sorprendidos quedamos cuando nos dijeron que no enviáramos esa foto a los amigos en Estados Unidos porque teníamos a una señora en bolas justo detrás. Efectivamente, no pasaron dos minutos cuando la familia comenzó a preguntarnos: ¿Dónde están ustedes metidos?”

“No es extraño que para la mayoría de los nacidos en los Estados Unidos el choque cultural nos provoque un estado incómodo. No estoy acostumbrado a hablar con un español y al lado ver a su mujer desnudarse para tomar el sol. En vez de ser una experiencia agradable, para mi ha sido una experiencia desagradable. Claro, comprendo el aspecto cultural pero comprenderlo no impide que te sea chocante y francamente desagradable.” Muchas veces lo que podemos imaginar o suponer atractivo en nuestra imaginación, en la vida real no lo es.

Aprendamos de esta experiencia de mi amigo una lección interesante. Lo que se tapa es lo que atrae, lo que se enseña pierde interés. Ahora, tenemos una idea de lo que para el ojo de mi amigo, son las playas de España. Puede que ahora más que nunca te interese pasear por ellas, pero yo, prefiero el agua caliente del caribe, con la mente sosegada del que va a disfrutar de una experiencia agradable, sosegada y serena bajo el sol de nuestras playas caribeñas.


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