No se incluyen instrucciones. -Ira. Parte

Primera Parte

Cuando la mayoría de nosotros compramos un nuevo equipo eléctrico, nos damos cuenta de que se incluyen una serie de instrucciones relacionadas a su uso, abuso y cuido. Sin embargo, no solemos darle importancia. De manera que incluir instrucciones no siempre es una garantía de que las tomaremos en cuenta.

En un artículo anterior (“No se incluyen instrucciones -Introducción”) ya repasamos que en el caso de nuestros hijos su individualidad hace imposible establecer una pauta específica y concreta que nos garantice éxito seguro en la crianza. Además, cada niño y luego joven, tiene sus propias características que difieren unos de otros, aún cuando sean gemelos. Nuestros hijos no son objetos, no son máquinas, cada uno tiene su forma de aprender, sus características, sus vivencias y experiencias.

“BUON PASTORE”

A pesar de lo anterior, todavía los padres podemos y debemos ser buenos “pastores” para nuestros hijos en el seno del hogar. En esta serie de artículos que son la base de la conferencia anual de padres preparada para la organización All Heads Up, nos proponemos ayudar, a cada padre, a que logre ser un “Buon Pastore” de su familia. Este es un término tomado del italiano que utilizaremos para identificar al padre que se convierte en el “buen pastor” que cuida, alimenta y protege a sus hijos.

Y es que la imagen mental que nos provoca un buen pastor es la de una persona capaz del sacrificio personal, de dar protección y de cuidar a los que están bajo su supervisión y responsabilidad. El “buon pastore” tiene mucho que sacrificar por lo que vale la pena, la educación y la felicidad de sus hijos.

Debemos tener presente que un “buon pastore” no trata a las ovejas como posesiones personales con las que hace lo que quiere. Casi siempre el pastor es responsable a alguien más y lo mismo sucede con los padres. Nuestros hijos no nos pertenecen en un sentido absoluto. No podemos hacer con ellos lo que nos plazca. Es verdad que les llamamos “nuestros hijos” pero lo son solo en el sentido del cuido, protección, amor y responsabilidad que les debemos.

En muchos países el estado tiene lo que se conoce como la “Patria Potestad” que no es más que el derecho que establece el estado sobre nuestra paternidad. Mal utilizados los privilegios de padres, podemos perderlos ante la autoridad del Estado.  Así, queda claro, que nuestros hijos no son posesiones sino concesiones, privilegios que nos conceden Dios y el Estado.

LA EDUCACIÓN DEL HOGAR

De ahí que una de las responsabilidades de los padres consiste en educar a los hijos. Cuando hablamos de educar no nos estamos refiriendo a enseñarles en casa matemáticas, historia o geografía. Aunque no hay nada impropio en esto, nos estamos refiriendo a otras cosas importantes en la vida, que se aprenden en el seno del hogar y no en el aula de clases. Cosas que se aprenden antes de llegar a kindergarden y que nos serán de ventaja, toda nuestra vida. Repasemos:

Es en casa que el niño aprende a bañarse todos los días, a lavarse los dientes luego de cada comida, a lavarse las manos antes de tomar alimentos y después de usar el servicio sanitario. Es en la casa cuando el niño aprende a compartir sus juguetes, a no decir mentiras, a no robar, a no decir malas palabras. El niño debe aprender modales en su casa, con la ayuda de sus padres. Es allí donde aprende a dar las gracias, a pedir excusas y perdón cuando hace algo impropio. La madre debe enseñarle a colgar la ropa cuando se la quita y a saber qué ropa debe echar en el cesto de la ropa sucia. Debe aprender a amarrarse y a limpiar sus zapatos. Le enseña a ordenar su cuarto y a recoger los juguetes. Debe aprender a ordenar sus cajones y su armario. Los padres tienen la obligación de enseñar estas cosas, no la maestra o el maestro de primaria. 

Es en casa que aprende a comer alimentos nutritivos. Allí aprende que no se puede comer cualquier cosa a cualquier hora. Aprende horarios de forma tal que sabe que no se puede ver televisión a cualquier hora y que no puede estar con los videojuegos todo el tiempo que desee. Va a aprender también disciplina pues puede perder “privilegios” si su conducta no es apropiada. Además, recibirá el beneficio de la disciplina que con amor y buen juicio administren sus padres. Y, sabemos por experiencia, que estas cosas no son asunto de decirlas unas cuantas veces sino de repetirlas y repetirlas durante toda su niñez y luego durante su adolecencia.

Para resumir, es en casa que aprende la educación que le servirá para toda su vida y en la escuela las materias que debe dominar para desempeñarse secularmente de forma aceptable.

No hay atajos a estas labores. Como todo un “bono pastore” debemos “pastorear” a nuestros hijos con amor y paciencia. Eso lo agradecerán toda la vida y si no lo agradecen, a nosotros nos queda la satisfacción y la tranquilidad de conciencia de que les enseñamos y les educamos como es debido. Luego, por supuesto, ellos usarán su libre albedrío para tomar sus decisiones pues al fin y al cabo, ese es el privilegio con el que todos hemos nacido.

La imagen del “bono pastore” nos recuerda los sacrificios que hace el pastor por cuidar lo que se le ha encargado.

Una buena reputación: tesoro invaluable.

No importa tu campo de trabajo, lo que vendas o tu área de servicio, la buena reputación es un invaluable tesoro. ¿Por qué debemos esforzarnos por alcanzar una buena reputación y luego mantenerla? En este artículo repasaremos algunas razones.

Un libro que se considera sagrado para la tercera parte de la población mundial declara lo siguiente: “Ha de escogerse un nombre más bien que riquezas abundantes; el favor es mejor que aun la plata y el oro” (Proverbios 22:1) Se atribuye esta declaración al sabio rey Salomón y se ha dicho que se escribió diez siglos antes de Cristo. Sea que tengamos una formación religiosa o no, esas palabras establecen una pauta que es aceptada como veraz por todo el mundo, se llame cristiano o no. Una buena reputación es un tesoro, una mala reputación es una carga difícil de sobrellevar sobre nuestro nombre o sobre el nombre de nuestra compañia, negocio o institución.

La buena reputación abre puertas y contribuye al progreso de cualquier empresa.

Toda compañia que desea el éxito cuida su nombre pues sabe bien que perder su buen nombre puede precipitar su fracaso. Lo sucedido en 2015 a la empresa VolksWagen es un ejemplo vivo de lo que queremos decir. ¿Qué sucedió y que aprendemos de ese incidente?

Tal vez el nombre de Peter Mock no te sea familiar, pero este señor era el  director de un grupo medioambiental llamado Internatinal Council for Clean Transportation, (ICCT). Y fue precisamente el señor Mock quien sacó a la luz el fraude que la compañía VW había cometido al instalar un software que llevaba la intención de esquivar los controles medioambientales en 11 millones de vehículos diésel en todo el mundo. Esto ocurrió durante los años 2009 a 2015.

Mock quería demostrar que los controles de gases contaminantes en Europa son mucho menos exigentes que en los Estados Unidos. Por supuesto, el señor Mock nunca imaginó que abriría la caja de Pandora que haría un daño enorme a la VW. 

Mock hizo el estudio con la colaboración con la Universidad de West Virgina. Fue asi: colocaron un dispositivo portatil de medición de emisiones (PEMS) en el maletero de los Jetta y Passat. Los resultados del estudio alertaron a la autoridad ambiental de California, ya que las emisiones reales que lanzaban al ambiente eran muchísimo más altas que las que VW alegaba. Esto hizo que las autoridades de este país lanzaran su propia investigación. Y cuando se involucró la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA), VW tuvo que reconocer que había instalado, de forma deliberada, un programa informático en varios de sus modelos diésel para esquivar los límites de emisiones de gas establecidos por la Agencia Medioambiental norteamericana. ¡Y esto sucedía en el mejor momento de la Volkswagen!  Hasta ese momento, se la consideraba la marca número uno de fabricación de autos a nivel mundial.

Perdiendo su reputación el director de Volkswagen, Martin Winterkon tuvo que renunciar a su cargo y la compañia ha perdido sobre 48 billones de dólares. 

Perder la reputación tiene un efecto devastador sobre nuestros logros.

Estas duras experiencias, que no son únicas de la VolksWagen, deben enseñarnos a nivel personal, lo destructivo que puede ser perder la reputación de nuestra marca, negocio, o incluso lo devastador que pudiera ser perder nuestra reputación personal como negociadores, vendedores, inspectores, o gerentes. 

Si bien es cierto que nos toma tiempo establecer una buena reputación, es evidente que podemos perderla en cuestión de horas o días. Si eso es así ¿qué recomendaciones podemos brindar? Ofrecemos las siguientes cinco:

  1. Seamos honrados al perseguir prestigio para nuestra marca.
  2. Seamos justos, reconociendo las limitaciones de nuestro producto.
  3. Recordemos que nuestros objetivos no deben afectar la calidad.
  4. Respetemos las pautas establecidas por las leyes.
  5. Mantengamos al día los sistemas de verificación de calidad.

El prestigio, la reputación y el nombre de nuestra empresa, marca o producto es de invaluable importancia para mantenernos en el mercado y superar nuestras metas. Evitemos la ambición y asegurémonos de que día a día nosotros y los que trabajan con nosotros estén enfocados en sostener estos mismos principios. Como señaló el rey Salomón, apeguémonos a lo sabiio de esta norma: ha de escogerse un buen nombre antes que riquezas abundantes.

Peripecias de la mujer que vive sola.

Es posible vivir sola y ser una mujer feliz.

Vivir sola no es lo peor que puede pasarle a una mujer. Te sorprendería saber que miles de mujeres preferirían vivir solas, a vivir con el compañero que tienen quien no les ofrece, para nada, seguridad emocional ni seguridad personal. Si bien es cierto que tal vez consideres que vivir sola no es la “condición ideal”, puedes estar segura de que tampoco es la peor. 

Si somos equilibrados, nos daremos cuenta de que no existe ninguna condición ideal de vida o de convivencia.  Con buen corazón podremos ver ventajas y desventajas en ambas situaciones. Repasemos primero las ventajas que puedes disfrutar de vivir sola.

Tienes completo control sobre tu tiempo.

Cuando vives sola, tu puedes decidir qué hacer después del trabajo, cuándo lavar tu ropa, cuándo limpiar tu apartamento, cuánto tiempo ver Netflix o a qué hora levantarte, en tu día libre. Posees total control y completa libertad en cuanto a cómo usas tu tiempo. El día que quieres salir, sales y si prefieres disfrutar de una siesta, nada te lo impide. Esa es una ventaja que ninguna mujer casada y menos con familia puede disfrutar con regularidad. ¡Es uno de tus lujos! ¡Aprecialo y disfrútalo!

Tienes completo control sobre tu presupuesto.

El tema de cómo manejar el presupuesto es una de las causas de divorcio y de tensión familiar. Muchos hombres suelen gastar dinero en “juguetes” sin tomar en consideración otras necesidades del hogar. Les “duele” comprar una mejor lavadora y sin embargo gastan dinero en una cámara fotográfica de última generación que van a usar un par de veces al año. Tú no tienes ese problema. Gastas con moderación en lo que necesites e incluso en lo que se te antoje sin recriminaciones ni discusiones.

Aunque no tengas muchos recursos el placer y la libertad de poder comprarte un par de zapatos MÁS no provocará ninguna clase de cuestionamientos. ¡Anda pues y disfruta de ese privilegio “raro” que solo disfruta la mujer sola! 

El placer de tener una mascota.

Para las que se sienten solas de vez en cuando, no hay nada como una mascota. Hay quién disfruta del silencio de una pecera, otras del sigilio de un gatito o el escándalo amigable de un perrito. Sea lo que sea, una mascota puede darte muchas horas de felicidad y claro, también un poco de trabajo y responsabilidad que no tienen que matarte sino hacerte mucho bien emocional. No hay que consultar con nadie esa decisión pues, como vives sola, tu tomas las decisiones. Sí, todas.

Hablemos de las desventajas de vivir sola y de las peripecias en las que en ocasiones obligan a algunas a reevaluar su situación y llegar a la conclusión de que no es perfecta.

La seguridad personal.

Un número de mujeres se preocupan, en determinadas ocasiones y situaciones de la criminalidad y el abuso al que pudieran ser sujetas. Hay que tomar en cuenta que para nada te ayuda ver películas o leer novelas relacionadas con violaciones, asaltos o crímenes contra la mujer. Eso no aboga nada bueno a la situación que experimenta quien vive sola. No caigas en la tentación de rodearte de pensamientos y sucesos negativos. Es importante que no seas ignorante de los peligros pero a la vez no cultives un ambiente de terror que no te ayuda para nada, sea que estés sola o incluso si estás acompañada.

Toma medidas proactivas evitando llegar sola a altas horas de la noche. Toma en cuenta tu vestimenta de modo que sea siempre modesta y evita provocar con modas demasiado reveladoras. Trata de hacer amigas entre las vecinas, entre los patrones de comercios cercanos a tu casa, trata de ser agradable, pero a la vez, evita dar información comprometedora a extraños.

Cierra bien la puerta de tu apartamento añadiendo un seguro adicional que te permita abrir la puerta un poco, y a la vez, puedas disponer de seguridad. Instala un visor de puerta de modo que puedas verificar quién toca. Mantén alguna luz encendida durante la noche como esas lamparitas de luz nocturna o “night light” así, si llegas a casa cuando ha anochecido, no tienes que encontrar tu apartamento completamente oscuro.

Necesidad de compartir.

Si tienes un familiar joven o mayor con el que te lleves bien, puedes pedirle que se quede en tu apartamento un fin de semana. También puedes visitar de vez en cuando a tus amigas o incluso matrimonios que tengan una relación de familia estable. Eso te ayuda emocionalmente y también te recordará los retos que representa compartir la vida con otras personas, lo que te ayudará a apreciar tu situación en la vida y comprender que no cargas con la peor parte. ¡Medita en tus ventajas, dones y bendiciones!

!Aprende a sentirte acompañada y a disfrutarlo!

Dos puntos finales, amiga mía: 1) aprende a compartir contigo misma. Lee libros, sea los de tu biblioteca o los que puedes comprar y colocar en tu tableta electrónica. Busca un pasatiempo como bordar, cocinar platillos exóticos, coser, pintar o toma cursos sobre estas cosas que te llamen la atención. Poco a poco verás como no tienes tiempo para nada más que disfrutar y apreciar estar contigo misma.

2) No te enclaustres, disfruta también de la vida a la interperie. Ve a la playa con buenos amigos, sale de excursión y mantén una razonable vida social, si posible, haciendo algo por ayudar a los demás. Ayudar a otros te ayudará a ti misma como persona y como ser humano. 

Y si de vez en cuando decides hacer alguna loca peripecia, toma en cuenta que toda decisión tiene sus consecuencias. Actúa con perspicacia y aprovéchate de la intuición femenina, que al fin y al cabo es otro regalo hermoso que te ha dado Dios. 

El crimen imperdonable: perder tiempo.

Muchos piensan que descansar es perder el tiempo miserablemente. ¿Qué piensas tu?

Tu controlas el tiempo o el tiempo te controla a ti, una de dos. Hoy en día se ha escrito mucho sobre cómo manejar eficientemente el tiempo. Nadie quiere perder un minuto pero la pura verdad es que siempre el tiempo termina dominándonos. Siempre va adelantándose y es una lucha feroz la que tenemos para utilizarlo eficientemente. ¿Qué resultado has tenido tu, estimado lector?

UN CRIMEN IMPERDONABLE: PERDER TIEMPO

En este ensayo pretenderé convencerte de algo que conoces en tu interior pero que no has querido admitir públicamente. No te preocupes, lo haré por ti y no me tomará muchas palabras, es más, solo me tomará siete palabras: ¡Qué feliz me siento cuando pierdo tiempo! ¡Ya lo dije! ¿Te has sentido de la misma forma? Hoy, perder tiempo es dormir, perder tiempo es gastarlo con nuestra esposa o con nuestros hijos. Hoy, perder tiempo es irnos de vacaciones o simplemente no hacer nada por dos horas sobre nuestra butaca favorita. Perder tiempo es leer un libro. Pierdes el tiempo dando un paseo a pie por tu vecindario y definitvamente pierdes tiempo cuando meditas o te tomas una tacita de café. Casi casi hoy es un pecado decir a alguien por teléfono que estás descansando. Pues yo te confieso, que ¡me siento muy feliz cuando pierdo tiempo! 

Aunque no lo quieran reconocer en público, la mayoría de los que leerán este artículo pensarán que acabo de poner en palabras lo que ellos sienten. Claro eso no es lo que se les ha enseñado y menos lo que muchas corporaciones han promovido en el pasado. A mi en realidad me tiene sin cuidado la opinión “intelectual” o de “economía y producción” sobre este tema. Recalco que perder tiempo es uno de los placeres que me llevan a apreciar más y mejor la vida. Perder tiempo me ayuda a meditar, a asimilar mi presente y a prepararme para mi futuro. Sin pausas no puede haber conciencia de lo que hacemos y del por qué lo hacemos. Pienso que hay que inclulcarle a nuestros hijos el valor de perder tiempo, según las normas populares sobre el uso del tiempo.

INCULCA A TU FAMILIA LA IMPORTANCIA DE PERDER TIEMPO

El descanso no es un pecado. Al contrario, es una forma de recuperar energía y enfoque.

En casa, por ejemplo, antes de ir al trabajo, mi esposa y yo nos tomamos juntos un café bien fuerte y seleccionamos un pensamiento que proviene de la Palabra de Dios. Lo discutimos juntos y entonces nos incorporamos al trabajo. Luego, en el curso de la semana hacemos lo mismo en varias oportunidades, leyendo un artículo de algún tema edificante y motivador que vamos discutiendo y vamos comentándolo sin prisa. El televisor no nos motiva tanto como compartir tiempo sin estar mirando el reloj. Eso hemos hecho por cuarenta y ocho años de matrimonio y aunque para muchos pudiera ser una pérdida de tiempo, a nosotros nos ha beneficiado muchísimo. Conozco decenas de familias en nuestra comunidad que hacen lo mismo, incluso acompañados de sus hijos. ¿Una pérdida de tiempo? Pudiera ser considerado así por los que piensan que el tiempo es dinero, pero, para muchos de nosotros el tiempo debe ser salud emocional, de familia, e incluso, salud espiritual. ¿No son precisamente estos valores los que luego pueden ayudarnos a ser más productivos en nuestras empresas?

EL CONCEPTO DE LA EMPRESA FLEXIBLE

Si lo anterior le parece descabellado, le introduzco lo que se conoce como la “empresa flexible” que viene a armonizar un poco lo que decimos arriba al estilo de Google, FaceBook y otras compañias de puntera. Pero, ¿en qué consiste exactamente una empresa flexible? Se podría decir que es lo contrario a la empresa tradicional en la que los empleados tienen horarios fijos y tareas que hacer. El modelo de empresa flexible apuesta por dar libertad a los trabajadores y potenciar sus capacidades creativas y su productividad a través del uso del tiempo libre y de actividades de ocio. Todo ello, en el lugar de trabajo. Tal vez el día en que se popularice la empresa flexible también cambie el modo de pensar sobre el trabajo que tenemos hoy.

Amigo mío, trabajar nos honra. Trabajar es un regalo que debemos aprovechar mientras podamos. Trabajar es una obligación moral que le debemos a nuestra familia y que nos debemos a nosotros mismos. Trabaja duro pero, no olvides, de vez en cuando, el tremendo valor de simple y llanamente: ¡perder tiempo!

 

 

 

 

Un salón de gimnasia ¡la lectura!

Tal y como el ejercicio ofrece al cuerpo agilidad y mayor energía, de igual forma la lectura agiliza y fortalece nuestro cerebro. No hay atajos, la lectura es la puerta del ejercicio intelectual y por ende del conocimiento. Es cierto que no es la única fuente de aprendizaje pero es una de las más poderosas por las razones que explicamos más adelante. Los ejecutivos de éxito no evitan la lectura sino todo lo contrario, buscan aumentar sus conocimientos y mantenerse al paso de los tiempos gracias a la lectura. zz

Niños que leen juntos en el parque.

Es probable que el lector haya escuchado, especialmente en los últimos años, el valor de las películas cortas o vídeos como métodos preferidos para la enseñanza y la publicidad. Y es cierto que los videos cortos tienen su lugar y su valor, sin embargo, nada puede sustituír el aprendizaje serio y profundo que ofrece la lectura, nada. Hay razones bien arraigadas para llegar a esa conclusión.

EL VALOR SOBRESALIENTE DE LA LECTURA

La lectura permite que la persona utilice de forma más eficiente su imaginación. Eso quiere decir que cada uno fabrica su propia película en su mente. Este ejercicio permite al lector vivir la escena, imaginar el cuadro, ejercicio que no se hace cuando se te presenta un video en el que todo ya está allí incorporado. La lectura por el contrario te permite un mundo ilimitado de imágenes que crea el lector. De esta forma utiliza mucho mejor las zonas del cerebro que le permitirán retener la información que estudia. De hecho, un estudio sugiere que las personas que más leen incrementan su densidad neuronal; la lectura también hace que la mente trabaje más rápido. No fue en balde que Albert Einsten declaró: “La mente que se abre a una nueva idea, jamás volverá a su estado original.” La lectura hace exactamente eso por nosotros, nos ofrece nuevas ideas que al procesarlas en nuestro cerebro crea no solo fórmulas y formatos sino también es capaz de generar sensaciones y emociones. De modo que agiliza tu mente por medio de la lectura.

LA LECTURA FAVORECE LA CONCENTRACIÓN E INCLUSO MODIFICA TU CEREBRO

En este mismo momento, mientras nuestros ojos recorren este texto, el hemisferio izquierdo del cerebro está trabajando a altas velocidades para activar diferentes áreas de nuestra masa gris. Tus ojos buscan reconocer la forma que tiene cada letra, mientras que la corteza inferotemporal -región del cerebro esencial en el procesamiento de la información visual y decisiva para la formación de la memoria visual- identifica y clasifica los objetos en categorías. Entonces, envía esos datos a otras regiones del cerebro. Eso no es todo, la capacidad de la lectura modifica el cerebro según afirma el destacado neurocientífico francés Stanislas Dehaene citado por la estación LT10 de Argentina. La mente es capaz de recrear lo que nos imaginamos, activando las mismas áreas cerebrales que se accionarían si ejecutaramos la acción en la realidad. Así lo demuestra un estudio de la Universidad de Washington a cargo de la psicóloga Nicole Speer. La especialista afirma que “los lectores simulan mentalmente cada nueva situación que encuentran en una narración. Los detalles de las acciones registrados en el texto se integran en el conocimiento personal de las experiencias pasadas”.  Y todos estos procesos ocurren de forma automática y natural cuando ejercermos la aparentemente sencilla actividad de la lectura.

LA LECTURA ES EL SALON DE GIMNASIA PARA PREVENIR LA ENFERMEDAD DE ALZHÉIMER

Leer abre un mundo nuevo de emociones y sensaciones.

Consultando con el instituto de neurociencia de Guayaquil, encontramos las siguientes declaraciones: “Las personas que mantienen el cerebro activo durante toda la vida con actividades cognitivamente estimulantes, como la lectura, la escritura y juegos, tienen menos niveles de una proteína vinculada con el mal de Alzhéimer. En conclusión, al conocer el mal de Alzheimer, diremos que la lectura es el salón de gimnasia para prevenir esta enfermedad, es un hábito que debemos desarrollar desde la niñez, para que nuestro cerebro desarrolle todas sus funciones cognitivas. Debemos proporcionarles, tanto a los niños como a los adultos, material de lectura que lo lleve a razonar, pensar y deducir, los invito a desconectar toda la tecnología, y aprender a disfrutar la maravillosa aventura de leer.”

Es una verdadera tragedia que el hábito de la lectura se esté perdiendo en las generaciones jóvenes. Luego que la buena costumbre de leer se pierde, junto con ella se pierden habilidades importantes en el desarrollo. Esta es otra razón por la que la tecnología debe evitarse en las edades tempranas del desarrollo infantil como están comentando ahora los que estudian el efecto de la tecnología en los niños pequeños.

Para concluír te ofrezco tres sugerencias para reincorporar el hábito de la lectura:

  1. Busca un libro (puede ser electrónico) que contenga un tema que te guste mucho.
  2. Elige un momento en el día para leerlo. Diez minutos pueden ser suficientes.
  3. Comparte con otros de lo que has leído. Hacerlo te motivará a continuar la lectura.

El ejercicio supracitado valdrá la pena si acaso has abandonado el hábito de leer y, no solo te beneficiarás tu mismo sino que puede ser que también inculques en otro el amor por la lectura. Particularmente cuando les hablas sobre lo interesante de lo que lees. Un mejor ejercicio que la lectura para nuestro aprendizaje, para nuestro cerebro y para nuestra salud será difícil de hallar.

 

 

 

 

 

La realidad del sabio.

Se me ocurre decir que había una vez… una ciudad muy antigua de pocos habitantes, de escasas riquezas y de peores recursos de protección pues sus murallas estaban en muy mal estado. Un día, cierto rey poderoso la sitió con sus ejércitos para conquistarla. Los que vivían dentro de sus muros sabían que las posibilidades de sobrevivir al cerco eran muy pocas. Aún así, reforzaron las puertas de la ciudad como pudieron, pero todos estaban aturdidos y desesperados ante lo que se les venía encima. El rey poderoso que la sitió estaba confiado de que en poco tiempo la ciudad y sus hombres estarían a su merced. Era cuestión de esperar hasta que se rindieran por el hambre y la angustia. Así era cómo en aquellos tiempos tomaban las ciudades amuralladas los reyes ambiciosos y esta ciudad parecía ser presa fácil.

Sin embargo, también había en aquella ciudad un hombre muy sabio, al que, como suele sucederle a los sabios, nadie prestaba mucha atención. Preocupado por su destino y el de sus compueblanos, trazó un plan de escape y lo presentó al rey. Este, impresionado, convocó a  sus nobles y los nobles al pueblo que quedó muy a gusto con la propuesta.  Gracias a su plan, en una sola noche, hombres, mujeres y niños lograron escapar, con sus posesiones y lograron ocultarse en un lugar seguro, dejando tras de sí la ciudad y su débiles murallas. Al percatarse de esto, el rey poderoso y sus ejércitos se retiraron, humillados. De este modo, un solo hombre, sin armas, sin fama ni poder, salvó a toda una ciudad gracias a su sabiduría. Pero, nuestra historia no termina aquí con un final feliz, pues la sabiduría tiene también un ángulo inesperado para muchos. Escuche: Al regresar a la ciudad, todo el pueblo, sus nobles y hasta el mismísimo rey se olvidaron por completo del hombre sabio y de lo que hizo por la ciudad. El viejo volvió a quedar solo e ignorado. Y como en cada historia hay una lección, nuestra historia también tiene su moraleja: La sabiduría solo beneficia permanentemente a quien la posee.

La sabiduría es más valiosa que cualquier otra posesión.

Amigo lector, el tonto puede beneficiarse de la sabiduría pero no es capaz de atesorarla. No puede hacerla suya. No aprende nada. No sabe recompensarla y suele olvidarla para continuar en su derrotero materialista, vacío y despreocupado. Luego que el ignorante utiliza la sabiduría, la despide de su vida pues para él no tiene ya más valor. El sabio, no debe esperar recompensa por el ejercicio de la sabiduría. Su verdadera satisfacción será la de ayudar, iluminar y redimir. 

La vida está llena de situaciones parecidas a la que hemos narrado y no dudo que el lector haya comprobado en carne propia esta realidad. Tal vez gracias a tu experiencia, habilidad y conocimiento hayas ayudado a algunos en sus momentos difíciles, y también es probable que, como el sabio de la ciudad, hayas quedado en el olvido.  Pues nada raro te ha ocurrido, es la realidad del ejercicio de la sabiduría. Por regla general el mérito es siempre de todos y el fracaso siempre es de uno solo. El mérito siempre se reparte pero la estupidez se individualiza. 

Búsca la sabiduría y atesorala.

La sabiduría es la capacidad de aplicar el conocimiento a las situaciones difíciles de la vida. Siempre es práctica y siempre se basa en la verdad. No busca reconocimiento, dinero, fama o poder. Busca la verdad y hacer lo bueno. Busca la satisfacción de obrar el bien de forma imparcial. El sabio abandona el rencor, el odio y la ira. Su corazón reside en paz. No busca revancha ni venganza. No mira el poder como su fuerza ni la fuerza como su poder. Tal vez puedas hacer una lista de los hombres más sabios que conoces y probablemente te sorprenda que también son los más pacientes y humildes.

Miles se hallan hoy bajo “sitio” como una ciudad rodeada de ejércitos enemigos acampados. Gastan una fortuna en buscar la salida y muchas veces lo logran alquilando lo que a ellos les falta. Sin embargo, con el tiempo vuelven a ignorar la sabiduría para continuar en su proceder torpe, despreocupado, vano e infeliz. La sabiduría tiene su precio pero no se puede comprar con dinero. No es popular porque no ofrece recompensas mundanas. No incluye crédito ni reconocimiento. A menudo implica ser olvidado.  El sabio se hace del tiempo, el conocimiento, la observación, la disciplina y el trabajo. Finalmente, la sabiduría solo se le regala a los humildes.

Cuando llegue el día del “sitio a tu ciudad amurallada,” recuerda que solo la sabiduría puede ocultarte del desastre. Solo la sabiduría nos rescatará y nos ofrecerá un refugio confiable. Aunque seamos ignorados, poco reconocidos o incluso olvidados, la sabiduría, en nuestras manos no se va con el mejor postor. La sabiduría es fiel y permanecerá siempre contigo a donde vayas y donde estés. Búscala y atesórala.

No se incluyen instrucciones. -La introducción.

John Wilmot Poeta Inglés

INTRODUCCIÓN

No hay tarea más compleja ni juego más arriesgado que la educación de nuestros hijos. La tarea es diaria y constante. Los riesgos son enormes y permanentes. Pero, lo más desconcertante de todo es que no se nos incluyen instrucciones. Es tal y como dijo el poeta inglés del siglo XVII John Wilmot, “antes de casarme tenía seis teorias sobre el modo de educar a los niños. Ahora tengo seis hijos y ninguna teoría.” Es evidente que no es lo mismo creer que sabemos a vivir la vida y comprender que la teoría dista muchísimo de la realidad. En fin, todo indica que tendremos que arreglárnosla sin instrucciones.

En la siguiente serie de artículos “no se incluyen instrucciones” no pretendemos darle a ustedes los padres y tutores, nuestras directrices personales sobre la crianza de los niños. No ofreceremos reglas ni leyes. Tampoco vamos a suplirles un manual de educación por el que, paso a paso, se vayan juntando las piezas que produzcan un resultado inequívocamente exitoso. Pretender hacerlo no solo sería una pérdida de tiempo sino un engaño. Lo que sí pretendemos es, ofrecerles guías sencillas que a través del tiempo se han probado valiosas, didácticas y posibles de aplicar en todo ambiente, cultura y lugar.  Por supuesto, es imposible ponerlas frente a ustedes sin incorporar nuestra experiencia, nuestro punto de vista, nuestras observaciones y nuestro estudio de este tema fascinante, y a la vez, siempre inconcluso. Estamos confiados en que nuestros lectores lo tomarán como guias y no como una fórmula rígida o arbitraria.

¿POR QUÉ NO SE INCLUYEN INSTRUCCIONES?

La respuesta es: ¡Porque no hay instrucciones! Los niños no son máquinas. Son individuos que nacen con distintas facultades. Cada persona es distinta, incluso los hermanos gemelos idénticos, son distintos en aptitudes, actitudes y carácter. Físicamente pueden ser difíciles de diferenciar pero en sus personalidades y en la manera en la que asimilan la educación es distinta. Sus vivencias son distintas. El ambiente les afecta de modos diferentes e incluso el azar jugará un papel en su desarrollo. Lo que queremos decir es que la individualidad es un regalo que nos viene a complicar todo lo relacionado con la educación. Hubiese sido más sencillo que todos fuéramos iguales, pero, al parecer eso no le daría a la vida todo el gusto, todo el reto y toda la belleza que el ser humano necesita para ser feliz y sentirse realizado. Dicho esto, es una valiosa ventaja la variedad y aunque pueda tener sus lados difíciles, al final redunda en más beneficios que desventajas.

Para ayudarnos a razonar sobre el por qué no puede haber instrucciones paso por paso en lo que tiene que ver con la crianza de nuestros hijos, supongamos que un hombre muy rico y poderoso desea hacer dos residencias idénticas en los dos extremos del planeta. Una en Japón y otra en Canadá.  Contrata a los mejores dos arquitectos y les entrega dos planos, idénticos en todos sus detalles. Para probar sus habilidades les dice que no deben enviarse fotos ni consultar uno con el otro, solo deben apegarse al plano suministrado. Dicho esto, un arquitecto parte para Japón y el otro al terreno señalado en Canadá. Los dos comienzan su consturcción y los dos se apegan al plano. No cursan mensajes de texto ni se envían

fotografías. No intercambian ideas. Cuando ambos terminan su labor, el hombre rico y poderoso prepara su viaje para visitar sus propiedades, lleno de orgullo. Tan orgulloso se siente que invita a sus amigos más allegados a visitar sus mansiones. El resultado le decepciona completamente. Aunque los dos arquitectos tienen los mismos planos, los resultados no son mansiones idénticas. Lleno de rabia desemplea a los dos arquitectos y establece una demanda contra ellos en las cortes. ¿Qué sucedió? Muy sencillo: Que no es lo mismo construir en Japón que en Canadá. Los materiales son distintos, las leyes de construcción no son las mismas. El clima no es igual, el terreno tiene sus propias características. Simplemente las dos residencias no podrían ser idénticas pulgada a pulgada. Podrían ser parecidas, y lo eran, pero nunca idénticas.

Funny couple of identical brothers learning to walk.

El ADN de dos gemelos puede ser comparado al plano de los dos arquitectos. Es el mismo plano pero en cada caso las carácterísticas de cada individuo nunca resultarán idénticas tal y como no es lo mismo construír en Japón y en Canadá. Cada célula de nuestro cuerpo tiene una función determinada y solo ‘ejecuta’ las partes del ADN que son absolutamente necesarias para esa función. Los científicos saben que cada célula de nuestro cuerpo toma decisiones propias tal y como en el caso de los dos arquitéctos. No olvidemos que la alimenetación, el ejercicio y el ambiente contribuirán inequívocamente a diferencias que al final resultarán importantes.

Pues si esto es así en lo que tiene que ver con el físico de solo dos personas idénticas, ya tenemos tela por donde cortar. Las diferencias emocionales e intelectuales asociadas con el ambiente, la cultura y la forma en que se asimila la educación de un individuo -aunque vivan en una misma familia, van a producir resultados distintos.

Luego de esta breve introducción, el siguiente artículo ofrecerá las primeras guías.

 

 

¡Pásala por la piedra!

Si tienes dudas, ¡pásala por la piedra! No nos estamos refiriendo a cometer un crimen ni a torturar a nadie, sino a la prueba común y corriente que suelen hacer los joyeros para probar la calidad de una prenda. ¿De qué clase de piedra estamos hablando? Se trata de la piedra de toque.  Es una piedra dura de color oscuro compuesta por una mezcla de cuarzo con alúmina, cal, óxido de hierro, carbón y otras sustancias de grano fino. El ácido no puede afectarla de manera que es adecuada para probar la pureza de la plata y el oro. Sí, la “piedra de toque” es el instrumento que nos define la calidad del oro. Veamos.

PROCEDIMIENTO DE PRUEBA.

Tome una sortija y pásela suavemente por la piedra de toque. Observará que deja un trazo de oro. Ahora, deje caer una gota de ácido nítrico que prueba el oro de 18 kilates o de la plata de la que desea probar su calidad. Si la prenda es de oro, la huella no sufre alteración de ninguna especie pero si no es puro, el color de la huella indica la proporción en que está aleado. !Sorprendentemente sencillo y estupendamente exacto!  Dicho sea de paso, este procedimiento no es nada nuevo pues desde los tiempos de los griegos, la piedra de toque ha sido un instrumento preciso para medir la calidad de una alhaja.

Con el paso del tiempo, las palabras van adquiriendo nuevos matices de forma que hoy por hoy el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define piedra de toque con otro sentido, pero conservando el sabor de su uso original. La define así: Aquello que permite calibrar el valor preciso de una cosa”Según la definición, usted y yo podemos probar la verdad de la mentira, si nos tomamos el tiempo de “pasar cualquier alegación por la piedra de toque” y demostrar su verdad o por el contrario su falsedad. ¿Qué puede utilizarse como una piedra de toque sobre la que probar una verdad? En religión sería la Biblia, en las cortes sería La Ley. En una compañia serían los estatutos y normas aprobadas por el consejo rector o por los accionistas. Cuando se les consulte, los mencionados anteriormente pueden dejar fuera de toda duda qué acciones estarían o no en armonía con las bases de tales instituciones. No hay otra forma de descubrir una verdad o probar una falsedad, si no se pasa por la piedra de toque.

En armonía con lo anterior, en vez de dejarnos llevar por la propaganda, las alegaciones, los comentarios, los chismes o los sentimientos, debemos aprender a justipreciar la verdad y aceptarla tal y como es. Sin acomodar los principios claramente expuestos por las leyes a nuestra manera de pensar. Esto, por supuesto, es más difícil de lo que parece ya que los seres humanos estamos cargados de emociones y de sentimientos. Además, muchas veces nos ciega el orgullo y la vanidad. Descubrir falso un concepto que hemos dado por cierto toda la vida, puede ser una de las experiencias más traumáticas que podamos vivir.

EL FANATISMO NO TIENE NADA QUE VER CON LA VERDAD.

Los seres humanos no estamos enamorados de la verdad. De hecho, la verdad muchas veces nos importa un bledo. Queremos lo que queremos y rechazamos lo que desconocemos. Algunos llegan al punto de dar su vida por este postulado: “Mi país, con la verdad o sin ella, es mi país”. Con este pensamiento justificamos cualquier cosa para adherirnos a lo que pensamos que es nuestro deber patriótico. Esa supuesta “lealtad” es, muchas veces, una simple manipulación política, social o incluso cultural que no tiene absolutamente nada que ver con la verdad. Cuando la pasas “por la piedra de toque” queda evidente su falsedad. El paso del tiempo ha revelado que muchas guerras comenzaron por el orgullo, la ambición o las ansias de poder de un gobernante.

Lamentablemente esto mismo sucede en otros frentes como el del deporte o incluso la religión. Soy de tal equipo deportivo porque lo fue mi padre o de tal religión porque “en casa TODOS somos —” ¿Y qué tiene que ver eso con la verdad? La verdad no es posesión de una raza, de una cultura, de una familia o de mis antepasados. En vez de convertirnos en fanáticos que solo siguen “costumbres o tradiciones” deberíamos tomarnos el tiempo para “pasar por la piedra de toque” lo que creemos que es cierto. Solo entonces tendremos razones para SABER que lo que que pensamos es completamente correcto o, si fuera incorrecto, hacer los cambios en busca de la pura verdad.

Lo que es verdad puede ponerse a prueba sin dificultad y no importa las veces que la “pases por la piedra de toque” siempre dará el mismo resultado. Hoy te invito a ser valiente y a someter a la prueba de “la piedra de toque” lo que crees, lo que sientes y lo que te motiva. La verdad no te desmotivará sino que al contrario puede ayudarte a hacer cambios positivos a tu vida, a tu carácter y a la visión que tienes de los demás seres humanos. La mentira mata, la verdad, aunque duela, salva. Un pensador dijo: “hay tres cosas que no pueden ocultarse por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad.”