Peripecias de la mujer que vive sola.

Es posible vivir sola y ser una mujer feliz.

Vivir sola no es lo peor que puede pasarle a una mujer. Te sorprendería saber que miles de mujeres preferirían vivir solas, a vivir con el compañero que tienen quien no les ofrece, para nada, seguridad emocional ni seguridad personal. Si bien es cierto que tal vez consideres que vivir sola no es la “condición ideal”, puedes estar segura de que tampoco es la peor. 

Si somos equilibrados, nos daremos cuenta de que no existe ninguna condición ideal de vida o de convivencia.  Con buen corazón podremos ver ventajas y desventajas en ambas situaciones. Repasemos primero las ventajas que puedes disfrutar de vivir sola.

Tienes completo control sobre tu tiempo.

Cuando vives sola, tu puedes decidir qué hacer después del trabajo, cuándo lavar tu ropa, cuándo limpiar tu apartamento, cuánto tiempo ver Netflix o a qué hora levantarte, en tu día libre. Posees total control y completa libertad en cuanto a cómo usas tu tiempo. El día que quieres salir, sales y si prefieres disfrutar de una siesta, nada te lo impide. Esa es una ventaja que ninguna mujer casada y menos con familia puede disfrutar con regularidad. ¡Es uno de tus lujos! ¡Aprecialo y disfrútalo!

Tienes completo control sobre tu presupuesto.

El tema de cómo manejar el presupuesto es una de las causas de divorcio y de tensión familiar. Muchos hombres suelen gastar dinero en “juguetes” sin tomar en consideración otras necesidades del hogar. Les “duele” comprar una mejor lavadora y sin embargo gastan dinero en una cámara fotográfica de última generación que van a usar un par de veces al año. Tú no tienes ese problema. Gastas con moderación en lo que necesites e incluso en lo que se te antoje sin recriminaciones ni discusiones.

Aunque no tengas muchos recursos el placer y la libertad de poder comprarte un par de zapatos MÁS no provocará ninguna clase de cuestionamientos. ¡Anda pues y disfruta de ese privilegio “raro” que solo disfruta la mujer sola! 

El placer de tener una mascota.

Para las que se sienten solas de vez en cuando, no hay nada como una mascota. Hay quién disfruta del silencio de una pecera, otras del sigilio de un gatito o el escándalo amigable de un perrito. Sea lo que sea, una mascota puede darte muchas horas de felicidad y claro, también un poco de trabajo y responsabilidad que no tienen que matarte sino hacerte mucho bien emocional. No hay que consultar con nadie esa decisión pues, como vives sola, tu tomas las decisiones. Sí, todas.

Hablemos de las desventajas de vivir sola y de las peripecias en las que en ocasiones obligan a algunas a reevaluar su situación y llegar a la conclusión de que no es perfecta.

La seguridad personal.

Un número de mujeres se preocupan, en determinadas ocasiones y situaciones de la criminalidad y el abuso al que pudieran ser sujetas. Hay que tomar en cuenta que para nada te ayuda ver películas o leer novelas relacionadas con violaciones, asaltos o crímenes contra la mujer. Eso no aboga nada bueno a la situación que experimenta quien vive sola. No caigas en la tentación de rodearte de pensamientos y sucesos negativos. Es importante que no seas ignorante de los peligros pero a la vez no cultives un ambiente de terror que no te ayuda para nada, sea que estés sola o incluso si estás acompañada.

Toma medidas proactivas evitando llegar sola a altas horas de la noche. Toma en cuenta tu vestimenta de modo que sea siempre modesta y evita provocar con modas demasiado reveladoras. Trata de hacer amigas entre las vecinas, entre los patrones de comercios cercanos a tu casa, trata de ser agradable, pero a la vez, evita dar información comprometedora a extraños.

Cierra bien la puerta de tu apartamento añadiendo un seguro adicional que te permita abrir la puerta un poco, y a la vez, puedas disponer de seguridad. Instala un visor de puerta de modo que puedas verificar quién toca. Mantén alguna luz encendida durante la noche como esas lamparitas de luz nocturna o “night light” así, si llegas a casa cuando ha anochecido, no tienes que encontrar tu apartamento completamente oscuro.

Necesidad de compartir.

Si tienes un familiar joven o mayor con el que te lleves bien, puedes pedirle que se quede en tu apartamento un fin de semana. También puedes visitar de vez en cuando a tus amigas o incluso matrimonios que tengan una relación de familia estable. Eso te ayuda emocionalmente y también te recordará los retos que representa compartir la vida con otras personas, lo que te ayudará a apreciar tu situación en la vida y comprender que no cargas con la peor parte. ¡Medita en tus ventajas, dones y bendiciones!

!Aprende a sentirte acompañada y a disfrutarlo!

Dos puntos finales, amiga mía: 1) aprende a compartir contigo misma. Lee libros, sea los de tu biblioteca o los que puedes comprar y colocar en tu tableta electrónica. Busca un pasatiempo como bordar, cocinar platillos exóticos, coser, pintar o toma cursos sobre estas cosas que te llamen la atención. Poco a poco verás como no tienes tiempo para nada más que disfrutar y apreciar estar contigo misma.

2) No te enclaustres, disfruta también de la vida a la interperie. Ve a la playa con buenos amigos, sale de excursión y mantén una razonable vida social, si posible, haciendo algo por ayudar a los demás. Ayudar a otros te ayudará a ti misma como persona y como ser humano. 

Y si de vez en cuando decides hacer alguna loca peripecia, toma en cuenta que toda decisión tiene sus consecuencias. Actúa con perspicacia y aprovéchate de la intuición femenina, que al fin y al cabo es otro regalo hermoso que te ha dado Dios. 

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