¿En peligro de qué? En peligro de ser afectados por la avalancha de drogas que hay en la calle y que se han introducido en las escuelas, entre nuestros parientes, en nuestro vecindario y en general en la cultura de millones de personas de todas las razas, edad y sexo. Es verdad que el problema de las drogas ha estado presente en más y más comunidades desde la segunda guerra mundial pero en toda la historia no había alcanzado la presencia que alcanza en nuestros días. Jamás nuestros hijos estuvieron en mayor peligro que en este momento. En vista de eso, KomoSabe dedicará varios artículos a tratar el asunto de la prevención enfocado en ustedes los padres.

En primer término, deseamos reconocer las cualidades que nosotros los padres debemos desarrollar ya que somos nosotros los llamados a ayudar a nuestros hijos. PREVENIR el uso y el consumo de drogas tiene que ver más con nosotros mismos de lo que pensamos. Repasemos, tres cualidades importantes que nosotros necesitamos desarrollar para poder ayudarlos.

La primera es VALOR y la segunda es, VOLUNTAD. Después de definir estas, veremos una tercera. Se define VALOR como la cualidad del ánimoque mueve a acometer resueltamente

 grandes empresas y a enfrentar los peligrosComo amamos a nuestros hijos no debe faltarnos valor si vemos necesario actuar a su favor siendo resueltos y adquiriendo el valor necesario para enfrentar la situación.

La VOLUNTAD,  se define como la Intención, o el ánimo, la resolución de hacer algo. No podemos quedarnos con los brazos cruzados cuando corresponde hacer algo.

Sin embargo,  tanto el VALOR como LA VOLUNTAD dependen de una tercera a la que le hemos dado poca atención la mayoría de nosotros. Es: CONOCIMIENTO.

Ilustremos la importancia del conocimiento:

 El 4 de Julio de 1952, Florence Chadwick de 34 años entró al Océano Pacífico en la costa de la Isla Catalina, California, con la determinación en ser la primera mujer en nadar hasta llegar a la costa del continente. Siendo una experimentada nadadora, ella ya había sido la primera mujer que cruzó nadando el Canal de la Mancha en ambos sentidos.

El tiempo ese día estaba nublado y frío; así que apenas podía ver a los botes que la acompañaban. Millones de espectadores la veían por televisión.

Florence nadó quince horas. Cuando rogó que la sacaran del agua, su madre, que estaba en uno de los botes que iban a su lado, le dijo que estaba cerca y que lo podía lograr. Pero cuando vio hacia la costa lo único que podía ver era neblina. Finalmente, extenuada física y emocionalmente, dejó de nadar y fue sacada del agua. No fue sino hasta que estuvo en el bote que descubrió que la costa estaba a menos de un kilómetro de distancia. En una conferencia noticiosa al día siguiente, ella dijo: “Todo lo que podía ver era la niebla . . . Creo que si hubiera podido ver la costa, lo hubiera logrado”.

El fracaso, de Florence, no fue la fatiga, ni el frío, la niebla la había derrotado porque le impedía ver su meta. La niebla le había cegado su razonamiento, su visión y su corazón.

Esa fue la única ocasión que Florence se rindió. Dos meses después logró la hazaña aun cuando había neblina, Florence perseveró porque sabía que detrás de la neblina estaba la costa.

Alguien dijo, “Si Colón hubiera regresado, nadie lo hubiera culpado, pero tampoco nadie lo hubiera recordado”.

Hoy podemos ver “neblina” en nuestras vidas y tal vez con nuestros hijos. Algunos padres nadamos sin dirección y ya nos sentimos cansados. Nos podemos rendir ante nuestras circunstancias y nadie nos culparía… excepto nosotros mismos. Y por eso seguimos nadando aunque estemos entumecidos. No vamos a rendirnos con nuestros hijos por eso necesitamos conocimiento. Necesitamos saber a dónde vamos. Necesitamos ver la meta, ver la costa.

Debemos estudar este asunto relacionado a las drogas. Necesitamos conocimiento para entender y evitar, para poder persuadir y guiar a los que amamos tanto. Aprendamos algo sobre las drogas que puede ser importante para PREVENIRLA porque la mayoría de nosotros no estamos conscientes de los peligros de esta epidemia mundial.

Pues bien, dice usted, ¿por dónde empiezo? Adquiriendo conocimiento sobre lo que está pasando en las calles, en las escuelas, entre los amigos de sus hijos, lo que está pasando en su propia casa con las drogas recetadas que ya tiene en su botiquín. Observando la conducta de su hijo, sus calificaciones, su asistencia a la escuela, sus conversaciones o falta de ellas. Su actitud, su carácter, el color de sus ojos y sus actividades diarias.

Tome nota que el propósito no es SOSPECHAR el propósito es PREVENIR un patrón popular y doloroso en el que no deseamos ver a nuestros hijos. En el siguienete artículo ofreceremos algunas estadísticas importantes que debemos conocer.

 

No olvide: La voluntad y el valor se refuerzan con conocimiento.

 


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