Puede que en algunas ciudades grandes la sonrisa haya pasado de moda así como muchas otras cosas. No obstante, todavía en ciudades más pequeñas pueden verse dibujadas con mayor frecuencia, sonrisas agradables y atrayentes… ¡sonrisas que abren puertas!
Es cierto que las condiciones de vida de muchos no son las mejores pues enfrentan enfermedades, escaseces, desempleo y otras situaciones que no provocan de primera intención una sonrisa amplia y agradable. Con todo, debe saber, amigo mío, que compartir una sonrisa franca resulta en que se mitigue la ansiedad como una válvula de escape a una olla de presión. Sí, es precisamente cuando nos sentimos tensos que debemos recordar el valor de una sonrisa que nos ayude a superar los momentos duros de la vida. Hacerlo así provocará que otras personas nos devuelvan el gesto con la misma intensidad que lo transmitimos y nos ayudará a generar un mejor carácter.
Estudios recientes indican que en los períodos prolongados de tensión, las emociones negativas y sentimientos semejantes debilitan el sistema inmunológico; mientras que la risa lo fortalece, y proporciona bienestar al que la transmite. Efectivamente, usted y yo podemos expresar sentimientos de afecto y amistad sin necesidad de expresar siquiera una palabra por medio de una amplia sonrisa.
Los maestros, los vendedores y todos los que tenemos, de una u otra forma contacto con otras personas debemos recordar la importancia de reflejar en nuestro rostro una sonrisa sincera. Hacerlo nos acercará más a las personas que deseamos ayudar con el producto que deseamos venderle o con el consejo que queremos darle.
Sonreír como otras formas de comunicación no son característica de todas las personas. A veces la crianza o la costumbre puede ejercer una influencia poderosa en nuestra forma de ser. Aunque podamos reconocer que sonreír puede tener sus ventajas, tal vez la forma de crianza no nos permite expresarnos tan libremente. En algunas culturas, como la japonesa, se espera que el varón esté en control en todo momento y que se conduzca de tal forma que le resulte inapropiado regalar una sonrisa a desconocidos. Tal vez otras culturas tengan pautas semejantes. Por lo tanto, no debemos llegar a conclusiones muy rápidas y comprender que tal vez los que no parezcan de repente ser tan afables, puede que se deba a su cultura.
Sin embargo, aún con estos antecedentes, podemos hacer un esfuerzo y transmitir sentimientos por medio de una sonrisa, pues en occidente la cultura es distinta y nos ganará amigos y la confianza de otros, si reflejamos una sonrisa en los momentos apropiados. Claro, mientas más lo hagamos, más nos acostumbra-remos a hacerlo y llegará a ser algo frecuente en nuestra personalidad.
Tenemos 43 músculos faciales y cuando sonreímos utilizamos más de ellos, por lo que se dice que la sonrisa puede ayudar a mantenernos más jovenes. Sea así o no, lo cierto es que por lo menos el carácter se nos agriará menos y ya eso es una ventaja social importante. El movimiento de los músculos de la cara activa los neurotransmisores encargados de liberar endorfinas que nos harán sentir felices. Seguramente sabes que a medida que el nivel de endorfinas aumenta en nuestro volumen sanguíneo, la hormona del estrés, llamada cortisol, disminuye, provocando que nos sintamos mucho más relajados.
Se dice que los niños sonrien unas 400 veces al día mientras que los adultos mucho menos que eso, tal vez 20 veces al día… de modo que hasta puede ser sinónimo de juventud eso de estirar los labios para regalar una sonrisa.
Si los comentarios anteriores todavía no te convencen completamente de las ventajas que tiene sonreír, lo que sigue te dará otro argumento a considerar: Si sonríes ganarás más dinero. Se ha comprobado que los camareros o camareras que sonríen, ganan más y mejores propinas. Los vendedores que sonríen más, logran mejores resultados que los que no lo hacen. Sí, sonreír, si trabajas con público, puede conseguirte promociones y mejores resultados económicos. Claro, no olvidemos que la sonrisa no debe utilizarse exclusivamente para atender nuestros deseos egoístas sino que debe ser el resultado de un corazón cariñoso y agradecido.
Para que la receta de sonreír sea completamente beneficiosa, toma nota de que !20 segundos de risa equivalen a tres minutos de ejercicio! asi que, como si fueran pocos los beneficios, la risa nos sirve también como un buen ejercicio diario.
Puede que el mundo esté complicado y las causas de alegría se hayan reducido, pero, a pesar de eso, regalar sonrisas no solo tendrán un beneficio personal importante, sino que contribuirá a que los demás también se sientan mejor… ¡y eso nos abrirá puertas!
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