Aunque no estoy de acuerdo con todos los planteamientos feministas que ruedan por el mundo, reconozco que algunos de esos planteamientos tienen buen fundamento. El que en muchas culturas los varones nos pasamos de machos, es, duélale a quien le duela, una cruda realidad que no debe orgullecernos.
Sin querer echar leña al fuego, me pregunto de dónde salió la idea de tener a una mujer como la secretaria del mundo. Me pregunto por qué no un “Bob” o un “Alex” (por “Alexa”). ¿Por qué tienen que ser voces femeninas las que transmiten nuestros aparatos electrónicos más populares? ¿Será porque la mujer tiene el sello de ser la que nos resuelve todos los problemas como mamá, como la secretaria o como la esposa que nos cuida y atiende el hogar?
Hace ya mucho rato que las mujeres no solo trabajan en la casa sino que también contribuyen a los gastos de sostener una familia. Hay sobradas razones por las que las primeras palabras de un bebé sean “mamá”. Ellas no solo los dan a luz, sino que se desvelan constantemente por el bienestar de los suyos, incluyendo a sus esposos. Y aunque muchos, muchos padres hacemos un papel estupendo como papás, las mujeres están naturalmente capacitadas para atender a su bebé de formas expectaculares. ¿De acuerdo? Si no lo estás puedes dejarme tus comentarios y razones de por qué piensas diferente. Sin embargo, tome en cuenta que lo anterior no quiere decir que no haya padres excepcionales, porque los hay.
Hace poco se me ocurrió comprar mi “Alexa” que no es para nada barata. Cuando la traje a casa lo primero que tuve que hacer fue presentársela a mi esposa. Le expliqué lo que hacía y por qué la había comprado. Luego de tirarle a mi mujer toda mi “filosofía” que no era más que “paja,” mi esposa me dijo que ya tenía suficiente con doña “Siri” y que no quería otra “mujer sabelotodo en casa”. Traté de convencerla pero no hubo forma. Creo que tendré que vivir sin ella, quiero decir, sin Alexa.
Si nos ponemos a pensar, las mujeres y sus voces siguen tomando más y más terreno en el mundo de hoy. Incluso en las torres de control de los aeropuertos se han estado utilizando más mujeres. Se ha comprobado que los pilotos suelen escuchar con mayor atención las instrucciones transmitidas por voces femeninas. ¿Será otra vez porque sicológicamente pensamos que nos habla mamá o nuestra novia o nuestra esposa? No sé, lo que sí sé es que la reacción y consecuente atracción del varón hacia la voz femenina es muy obvia.
Hace poco, conversaba con uno de los locutores hispanos más reconocidos en la industria aquí en los Estados Unidos. Desde mi punto de vista tiene una de las voces más varoniles y limpias que he conocido. Me sorprendió cuando me dijo que la industria de la locución, en estos momentos, busca menos voces varoniles. Las voces más populares del futuro serán más agudas de tono y menos varoniles. Las razones pueden ser varias pero lo que se hace muy elocuente es que hay cierto “encantamiento” con todo lo que suene, luzca o se parezca a “mujer”.
A finales del año pasado Arabia Saudita anunció un nuevo robot, por supuesto, femenino, al que llaman “Sofía” y al que el gobierno le ha dado el privilegio de la ciudadanía Saudí según The Jakarta Post. “Sofía” es solo un androide y ya cobra vida por sí misma con expresiones faciales que malamente imitan las expresiones femeninas. Claro, otra vez, por el vecindario no hay ningún “Joe” que pueda imponerle alguna competencia o interés romántico al estilo robótico.
Si las voces de mujeres inundan el mundo cibermético y las mujeres androides ya disfrutan de ciudadanía, visualizo un mundo que en veinte años será muy diferente a lo que es ahora… ¡a menos que no aparezca pronto un “Paco” que nos salve y nos ofrezca igualdad robótica!
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