¿En qué condición está una persona cuando se siente obligada a enviar un mensaje en una botella? ¿Qué escribirá en ese mensaje?
CUANDO NOS SENTIMOS COMPLETAMENTE SOLOS FRENTE A UN PROBLEMA.
Sentirnos o en efecto estar aislados, puede provocar una intensa angustia en nosotros. Si bien es cierto que todos necesitamos nuestros momentos de solitud, también es cierto que por naturaleza somos seres gregarios que dependemos de otros para vivir una vida plena y feliz. Pero cuando nos percatamos de que tenemos que enfrentar un problema y nos sentimos solos, en ese momento el pánico se apodera de nosotros y hacemos lo que sea necesario para recuperar nuestra confianza y equilibrio.
Es entonces cuando se nos ocurre que la solución puede estar en enviar un mensaje de auxilio con la esperanza de que alguien, en alguna parte y de alguna manera lo reciba y nos ofrezca la ayuda que necesitamos. Claro, al hacerlo hay que reconocer que podemos caer en algunas tentaciones.
- La tentación de pensar que ya hemos hecho todo lo necesario.
- La tentación de pensar que solo hay que esperar.
- Sentir que alguien, de alguna forma nos va a sacar del problema
¿Ha estado usted en una situación desesperada alguna vez? Tal vez no como náufragos en una isla desierta, rodeados por tiburones, pero, en sentido emocional ¿Se ha sentido como ese náufrago que se da cuenta de que no tiene escapatoria.
Sentirnos “pillados” y solos en sentido emocional es una de las situaciones más duras que podamos enfrentar. En esos momentos ¿Pediremos ayuda?
Y cuando hablamos de soledad no estamos hablando de no ver a nadie a nuestro alrededor, como lo experimentaría el náufrago. Sabemos que podemos estar rodeados de personas, incluso de seres amados y aún así sentirnos solos. Demasiadas veces, rodeados por otros, nos sentimos sin salida frente a una situación para la que no hallamos solución. ¿Será posible enviar un mensaje de auxilio… aunque fuera en una botella?
Recientemente el periódico Washington Post en su edición del 9 de septiembre de 2019 relata una historia inspiradora que nos ayuda a apreciar que todavía hoy, es posible enviar un mensaje en una botella y encontrar ayuda. Les contaré:
Curtis Whitson es un excursionista de experiencia que ama la aventura. Lo que le sucedió fue poco común. Curtis es un hombre de 44 años que excursionaba con su novia Krystal de 36 y su hijo Hunter de 13 años en un área aislada por el estrecho Arroyo Seco en California. Ya habían disfrutado de varios días de excursión cuando Curtis sintió que el estómago le daba vueltas al darse cuenta de que estaban atrapados en el área de una cascada de 40 pies de alto y sin manera de poder bajar. Había estado antes allí y sabía que había una soga para hacer “rápel” pero la soga ya no estaba y contaba con ella para bajar. Sin ella era imposible bajar por la empinada pared. ¡Estaban atrapados!
Aunque llevaban sus celulares no había servicio en esa remota zona. Se dieron cuenta de que necesitaban desesperadamente un plan de escape. Sabiendo, que le tomaría días a cualquier cuadrilla de rescate llegar donde ellos estaban, a Curtis, se le ocurrió la idea de utilizar su botella de agua y rayarle la palabra HELP! a cada lado. Entonces, tomó un pedazo de papel con los detalles de dónde estaban y la fecha de Junio 15, 2019. Puso la nota dentro de la botella y la lanzó por la cascada abajo. Ahora solo les quedaba orar y esperar.
Sorprendidos, cerca de la medianoche, escucharon la voz de un autoparlante que les decía: “Este es el equipo de busqueda y rescate -¡ustedes han sido hallados! ¡Manténganse allí y en la mañana regresaremos por ustedes!” A Whitson le parecía increíble que su mensaje en aquella botella fuera hallado tan pronto y menos que el rescate pudiera realizarse en solo unas horas más de espera. ¡Que alegría!
A la mañana siguiente Whitson nos dice: “estábamos profundamente dormidos cuando sentimos al helicóptero de rescate sobre nuestras cabezas”. Nos lanzaron una línea de seguridad y uno a uno nos rescataron. Todo el proceso se había concluído cerca de las diez de la mañana.
El piloto Joe Kingman es un rescatista de 23 años de experiencia pero dijo que nunca antes había rescatado a alguien que hubiese enviado un mensaje de auxilio en una botella.
(Próximamente busca la segunda parte de este artículo. Por favor, deja tus comentarios aquí mismo en Komosabe.com)
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