La foto de la izquierda es la de Danny Trejo. Nació en Los Angeles y es de ascendencia Mexicana. Es muy probable que lo hayas visto muchas veces en papeles de abusones o tipos malos en decenas de películas de Hollywood. Bueno, la realidad es que Danny Trejo es uno de los que ha estado “entre la espada y la pared”… y de ahí no se puede salir sin cicatrices.
Ya a los 8 años estaba familiarizado con el mundo del crimen y fumaba hierba. A los doce ya sabía darse “un pase” y a los trece tenía su primera pistola. Fue introducido en el mundo del crimen por la influencia de su tío quien solo era unos pocos años mayor que Danny. En su caso, fue la asociación con otras personas delincuentes la que le puso “entre la espada y la pared.”
Durante la década de los sesenta, Danny entraba y salía de las prisiones de California. Su última prisión ocurrió temprano en los setenta. Danny comenzó a destacarse en la Prisión de San Quintín como boxeador. El dice: “En la cárcel, cada día tienes que decidir ser un depredador o una presa”.
Si alguien estaba entre la espada y la pared era Danny. Su aspecto físico, su pasado, su adicción y su actitud violenta lo mantenían en un lugar espiritual, moral y emocional en el que ninguno de nosotros quisiera estar.
Luego de una carrera delictiva y de adicción a las drogas Danny aceptó la ayuda del programa de LOS DOCE PASOS (Twelve Steps Program). Hoy celebra 49 años de estar sobrio y de ser un actor exitoso en Hollywood. ¿Sus cicatrices? Su pasado. Sus tatuajes. Sus recuerdos. Hoy es un hombre de éxito y sin lugar a dudas uno digno de admirar y una prueba adicional de que sea por una o por otra razón, ¡no tienes que morir allí presa del lugar donde la vida te llevó! Pero ¿harás el esfuerzo?
Nadie tiene el completo control de su vida, sin embargo, todos podemos decidir cambiarla. No podemos evitar venir de donde venimos, cambiar nuestra cultura, nuestros padres o nuestras circunstancias. Lo que sí podemos hacer que queda en nuestras manos es superarnos, salir adelante, quizás luego de varias cicatrices, golpes o marcas emocionales, no rendirnos. Puede que lleguemos a estar entre la espada y la pared producto de un accidente, puede que desde nuestrea cuna el ambiente en el que nacemos no es el mejor… pero si de veras lo deseamos, podemos luchar por mejorar, por cambiar, por salir del atolladero en el que se nos ha puesto. Y eso, estimado amigo, sí depende de cada uno de nosotros.
PIENSA EN ESTO:
- ¿Eres de los que crees que el destino te marca y la vida te lleva sin que puedas hacer nada para evitarlo?
- Danny aceptó la ayuda de unprograma de alchoolicos anónimos. ¿Aceptarías tu la ayuda para salir de una situación al parecer desesperanzada?
Continuará en la parte 3 de esta serie.
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