¡Ya se! ¡No se entiende! Dame la oportunidad de explicarte. Vas camino a una reunión importante y entonces, se te poncha una goma. La importancia de asistir a esa reu-
nión, en un segundo, dejó de ser importante porque ahora tienes la urgencia de reparar la llanta ponchada. Pero si lo piensas bien, reparar la llanta, después de todo, no era tan importante como asistir a aquella reunión. Y eso sucede en nuestras vidas más veces de las que supones. Por eso he dicho que muchas veces las cosas urgentes no son las importantes.
Desafortunadamente, casi todos nosotros nos enredamos constantemente con estos dos conceptos que no se parecen tanto como suponemos: IMPORTANTE y URGENTE. Finalmente en nuestra confusión nos olvidamos de las cosas menos urgentes, pero más importantes de la vida y esto nos va a arruinar la efectividad en nuestro trabajo y probablemente también arruinará nuestras relaciones con nuestra esposa y/o con nuestra familia. ¿Y la solución?
Cuando enfrentemos un buen número de problemas que tenemos que resolver, es bueno preguntarnos cuáles son los más importantes y darles a estos atención inmediata.
Si nos dejamos gobernar por el tirano: URGENTE nuestra vida se va a convertir en un plato de espagueties que no vamos a desenredar nunca. Hay oficinas en las que el jefe tiene uno de estos sellos que ya vienen hechos y que les encanta usar, sí, uno de esos con tinta ROJA que dice: URGENTE! … y tienen 50 papeles con el dichoso sello. Con eso pretenden mantenerte siempre atrasado y en efecto siempre lo estarás si no logras entender lo que discutimos hoy.
En conclusión lo IMPORTANTE es lo que debemos hacer hoy. Si lo dejamos para mañana puede convertirse en URGENTE cuando solo era importante en su momento. Piensa en esto y tendrás mayor y mejor efectividad en tu trabajo.