LA VERDAD DUELE

Cuando tu automóvil se rompe, solo puede repararse si se sabe la causa de la rotura, de modo que el mecánico, habiendo determinado qué ha causado la rotura, resuelve el problema.  Cuando nos enfermamos el médico debe determinar las causas y entonces, puede darnos la medicina apropiada. Algunos en su ignorancia se  toman los antibióticos de su catarro del año pasado, solo para descubrir que no le sirven de nada. El virus que te enfermó el pasado año ha transmutado por lo que debes volver al médico para que te de un nuevo antibiótico.  Es evidente que necesitamos determinar las causas para lograr enfrentar los problemas. 

Aunque parezca algo básico y sencillo, en realidad no es tan sencillo de asimilar en la vida diaria. Decimos esto porque muchas veces al aprender verdades de nosotros mismos actuamos como si tuviéramos una reserva de tiempo ilimitado que vivir. ¡No nos quedan mil años de vida! Debemos actuar tan pronto nos percatamos de que hemos fracasado tal y como nos proponemos repara el automóvil tan pronto se descompone. Sin embargo eso no es lo que hacemos en multitud de ocasiones,Cuando nos enfermamos el médico debe determinar las causas y entonces, puede darnos la medicina apropiada. Algunos en su ignorancia se  toman los antibióticos de su catarro del año pasado, solo para descubrir que no le sirven de nada. El virus que te enfermó el pasado año ha transmutado por lo que debes volver al médico para que te de un nuevo antibiótico.  ¿la verdadera razón? La verdad, duele.

Probablemente entre los que buscan mil formas para demorar o no actuar con su problema que les llevará al fracaso, están los bebedores. Cuando la bebida es tan constante que es causa de un problema tras otro se preseneta un profundo deseo de fracasar, cosa que finalmente logramos alcanzar. Y este es solo un ejemplo, puedo citar muchos. En realidad lo importante no es el problema sino la voluntad que tengamos para resolverlo.

Si te cae mal el café, si eres intolerante a la lactosa, si el gluten te hincha pero sigues consumiendo esos productos que te hacen daño, ¿qué puedes esperar sino enfermarte?  Lo que debes hacer es tomar las acciones necesarias para no causarte mayores trastornos. ¿Lo hacemos? Muchas veces no.  Nos encaprichamos y queremos que el cuerpo asimile de todas todas lo que es nuestro gusto o nuestra voluntad. Es como si esperáramos que el automóvil se reparara solo… ¡Nunca va a suceder! La verdad puede dolernos pero lo valioso de la verdad es que nos puede dirigir a hacer algo, cambiar, dirigirnos en otra dirección, abandonar la senda del fracaso premeditado.

En resumen, hay semillas de espinos que nosotros mismos sembramos con la falsa esperanza de que lo que crezca no sean espinos, y por supuesto, como hemos sembrado espinos, eso vamos a cosechar. Debemos aprovechar las verdades que la vida nos enseña y nos irá mejor. Finalmente alcanzaremos éxito y felicidad. En nuestras manos está. Reparemos nuestra conducta pero antes, identifiquemos las causas del fracaso.

PIENSA EN ESTO:

¿Sabías los resultados que podría traerte cierta conducta y aún así seguiste adelante? ¿Cuántas veces tus amigos o tu familia cercana te dijo que tal conducta o manera de pensar no era apropiada? ¿Cuáles fueron los resultados que alcanzaste?

RESOLUCIÓN PERSONAL: 

Cuando fracase, en vez de disimularlo, voy a reconocerlo y a hacer los cambios necesarios para evitar el problema nuevamente.

Aunque la verdad duela, amigo mío, has aprendido algo valioso. Podríamos ser un fracaso toda nuestra vida y nadie estaría capacitado para ayudarte, simplemente porque has disfrazado las razones de tu fracaso por no aceptar la pura, llana, sencilla y a veces dolorosa, pero la verdad. Jean Cocteau escribió lo que ves a continuación:

 

 

 

 

 

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