¡Pásala por la piedra!

Si tienes dudas, ¡pásala por la piedra! No nos estamos refiriendo a cometer un crimen ni a torturar a nadie, sino a la prueba común y corriente que suelen hacer los joyeros para probar la calidad de una prenda. ¿De qué clase de piedra estamos hablando? Se trata de la piedra de toque.  Es una piedra dura de color oscuro compuesta por una mezcla de cuarzo con alúmina, cal, óxido de hierro, carbón y otras sustancias de grano fino. El ácido no puede afectarla de manera que es adecuada para probar la pureza de la plata y el oro. Sí, la “piedra de toque” es el instrumento que nos define la calidad del oro. Veamos.

PROCEDIMIENTO DE PRUEBA.

Tome una sortija y pásela suavemente por la piedra de toque. Observará que deja un trazo de oro. Ahora, deje caer una gota de ácido nítrico que prueba el oro de 18 kilates o de la plata de la que desea probar su calidad. Si la prenda es de oro, la huella no sufre alteración de ninguna especie pero si no es puro, el color de la huella indica la proporción en que está aleado. !Sorprendentemente sencillo y estupendamente exacto!  Dicho sea de paso, este procedimiento no es nada nuevo pues desde los tiempos de los griegos, la piedra de toque ha sido un instrumento preciso para medir la calidad de una alhaja.

Con el paso del tiempo, las palabras van adquiriendo nuevos matices de forma que hoy por hoy el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define piedra de toque con otro sentido, pero conservando el sabor de su uso original. La define así: Aquello que permite calibrar el valor preciso de una cosa”Según la definición, usted y yo podemos probar la verdad de la mentira, si nos tomamos el tiempo de “pasar cualquier alegación por la piedra de toque” y demostrar su verdad o por el contrario su falsedad. ¿Qué puede utilizarse como una piedra de toque sobre la que probar una verdad? En religión sería la Biblia, en las cortes sería La Ley. En una compañia serían los estatutos y normas aprobadas por el consejo rector o por los accionistas. Cuando se les consulte, los mencionados anteriormente pueden dejar fuera de toda duda qué acciones estarían o no en armonía con las bases de tales instituciones. No hay otra forma de descubrir una verdad o probar una falsedad, si no se pasa por la piedra de toque.

En armonía con lo anterior, en vez de dejarnos llevar por la propaganda, las alegaciones, los comentarios, los chismes o los sentimientos, debemos aprender a justipreciar la verdad y aceptarla tal y como es. Sin acomodar los principios claramente expuestos por las leyes a nuestra manera de pensar. Esto, por supuesto, es más difícil de lo que parece ya que los seres humanos estamos cargados de emociones y de sentimientos. Además, muchas veces nos ciega el orgullo y la vanidad. Descubrir falso un concepto que hemos dado por cierto toda la vida, puede ser una de las experiencias más traumáticas que podamos vivir.

EL FANATISMO NO TIENE NADA QUE VER CON LA VERDAD.

Los seres humanos no estamos enamorados de la verdad. De hecho, la verdad muchas veces nos importa un bledo. Queremos lo que queremos y rechazamos lo que desconocemos. Algunos llegan al punto de dar su vida por este postulado: “Mi país, con la verdad o sin ella, es mi país”. Con este pensamiento justificamos cualquier cosa para adherirnos a lo que pensamos que es nuestro deber patriótico. Esa supuesta “lealtad” es, muchas veces, una simple manipulación política, social o incluso cultural que no tiene absolutamente nada que ver con la verdad. Cuando la pasas “por la piedra de toque” queda evidente su falsedad. El paso del tiempo ha revelado que muchas guerras comenzaron por el orgullo, la ambición o las ansias de poder de un gobernante.

Lamentablemente esto mismo sucede en otros frentes como el del deporte o incluso la religión. Soy de tal equipo deportivo porque lo fue mi padre o de tal religión porque “en casa TODOS somos —” ¿Y qué tiene que ver eso con la verdad? La verdad no es posesión de una raza, de una cultura, de una familia o de mis antepasados. En vez de convertirnos en fanáticos que solo siguen “costumbres o tradiciones” deberíamos tomarnos el tiempo para “pasar por la piedra de toque” lo que creemos que es cierto. Solo entonces tendremos razones para SABER que lo que que pensamos es completamente correcto o, si fuera incorrecto, hacer los cambios en busca de la pura verdad.

Lo que es verdad puede ponerse a prueba sin dificultad y no importa las veces que la “pases por la piedra de toque” siempre dará el mismo resultado. Hoy te invito a ser valiente y a someter a la prueba de “la piedra de toque” lo que crees, lo que sientes y lo que te motiva. La verdad no te desmotivará sino que al contrario puede ayudarte a hacer cambios positivos a tu vida, a tu carácter y a la visión que tienes de los demás seres humanos. La mentira mata, la verdad, aunque duela, salva. Un pensador dijo: “hay tres cosas que no pueden ocultarse por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad.”

 

 

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