En medio de la pandemia, ¡calma!

A media que los días avanzan y nos exponemos a una mayor cantidad de información, que no siempre es la correcta, es probable que todos experimentemos un aumento de ansiedad. Si es así, usted no tiene por qué sentirse culpable. Estas sensaciones son normales aunque no sean agradables. No obstante, si podemos reconocer la fuente de nuestra ansiedad, ya vamos por buen camino.

En situaciones como las presentes, debemos recordar que es importante tomar buenas decisiones y muchas veces la misma ansiedad que experimentamos no nos hace proclives a esa clase de conducta madura y sabia. Es entonces que debemos tomar en cuenta que las malas decisiones, provocadas solo por impulsos, pueden resultar peores que la misma situación que enfrentamos. De manera que es sabio pausar y meditar en lo que realmente está sucediendo.

CONSULTE CON LOS SUYOS

NO tome decisiones unilaterales. Consulte con su familia y con amigos antes de tomar una decisión drástica. Consultar puede ayudarnos a verificar si estamos pensando bien o no. Además, cuando consultamos nuestras opiniones y pensamientos reforzamos las buenas relaciones. Consultar nos acerca y aislarnos no nos ayuda porque nos aleja de los demás.

Una nota de precaución: Hay personas alarmistas que nos pueden inflar con emociones negativas, estas no deben estar entre nuestros consejeros. En el otro extremo, otras personas toman todo este asunto a la ligera, sin darle importancia a nada. Estas personas tampoco deben estar entre nuestros consejeros. Con lo anterior no estamos condenando el buen humor que, en su medida y en su momento, nos hacen un buen favor.

Con la excepción de lo ya mencionado, consultemos con personas bien centradas en su juicio, que tienen la reputación de ser confiables. En momentos de crisis se necesita equilibrio. Por lo tanto, sepa con quiénes consultar para que pueda tener una conversación edificante, realista y animadora, aún en medio de la tensión o el peligro.

VERIFIQUE LO QUE REALMENTE ESTÁ SUCEDIENDO

¿Cuántos casos de coronavirus hay a su alrededor? ¿Qué medidas usted mismo junto a su familia está implementando? ¿Tiene medicinas para las próximas dos semanas? ¿Tiene alimentos no perecederos para el mismo tiempo? Plantearnos estas y otras preguntas puede ayudarnos a reconocer si estamos en una situación de cuidado, peligrosa o de extremo peligro.

Si no estamos en un peligro extremo e inminente de contagio, entonces seamos sabios para evitarlo. Sigamos las precauciones recomendadas por las autoridades de salud y permanezcamos en calma. Tal vez, algunos miembros de la familia que sean mayores de 65 años de edad, en lugares de peligro, puedan auto aislarse de las actividades fuera de la casa por un tiempo evitando salir o viajar fuera de casa innecesariamente. Muchas veces esta será la medida más extrema que tengamos que tomar. Recuerde: Evitar el contagio es la mejor manera de combatir el COV-19.

Con todo, mantener el buen ánimo es de vital importancia. ¿Qué tal utilizar el celular y el correo electrónico para mantener contacto con la familia y los amigos? Esto pudiera ser una buena medicina para ayudarnos a mantener la cabeza en su lugar.

Hay una regla que se llama la regla 10/10/10 que dice que las decisiones pueden catalogarse como importantes tomando en cuenta lo siguiente: ¿Cómo determinada decisión afectará mis próximas 10 horas? ¿Cómo afectará mis próximos 10 días? ¿Cómo afectará mis próximos 10 meses? Tal vez nos demos cuenta que son muy pocas las decisiones que pueden, en verdad, afectarnos a largo plazo. De manera que tengamos calma y recordemos que no hay que alarmarse por cada cosa que escuchamos sino por las que pueden cambiar nuestra vida en las próximas 10 horas.

NINGUNA EPIDEMIA DURA PARA SIEMPRE

Finalmente, recordemos que esta pandemia, igual que las demás que la humanidad ha experimentado va a pasar. Lo que hagamos ahora puede ayudarnos para enfrentar la próxima situación difícil. Los tiempos que vivimos han sido marcados y limitados. Conservemos una buena relación con nuestros vecinos, familiares y amigos. Aprovechemos el tiempo disponible para concentrarnos en otros mientras nos fortalecemos nosotros en sentido espiritual, emocional y físico.

Mantengamos pues la calma y junto con eso, no nos aislemos, recordemos que siempre es y será importante pensar en los demás manteniendo la cordura, la sensatez y por supuesto, la calma.

(Vea la lista de epidemias del siglo XXI en nuestro artículo anterior intitulado: “¿Qué es una pandemia?”)

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