Para esto, para lo otro y para todo lo demás.

“Hay gente para todo” así reza el dicho castellano y es una verdad más grande que un castillo. No importa para lo que sea, bueno o malo, siempre hay un voluntario disponible y dispuesto. ¿Y a qué se debe eso de que hay gente para esto, para lo otro y para todo lo demás?

Aunque es difícil dar una respuesta contundente debido a que los seres humanos tenemos nuestras propias motivaciones y circunstancias, nos arriesgamos a decir que muchos andan por la vida en busca de soluciones fáciles y rápidas sin pensar mucho en las consecuencias. Andan a tientas buscando lo que piensan que les beneficia… aunque sea arriesgándolo todo… o inclusive, si es arriesgado, mejor.

Como parece que los seres humanos siempre estamos buscando algo más, siempre hay voluntarios para la toma de toda clase de decisiones. Sí, la humanidad de este siglo es distinta a cualesquier otra época de la historia porque hoy hay más de esto, de lo otro y todo lo demás. Tomemos por ejemplo un tema que vuelve a cobrar actualidad: el de los mercenarios. Hoy hay miles y miles de soldados, en su mayoría varones, listos a entregar sus vidas por aventura o dinero. Algunos, son capaces de cometer los crímenes más crueles… muchas veces ni siquiera por dinero, sino por hastío. Gente vacía, cruel y sin esperanza.

Es importante que se sepa que los reclutadores de mercenarios pululan en las redes sociales, además de los consabidos estafadores que prometen riquezas tipo “express”. Sabemos que quienes buscan a estas personas las encuentran en la superficie porque es allí donde acostumbran a nadar. Allí se zambullen también los oportunistas que siempre se aprovechan del agua revuelta. Y naturalmente aquí hacen la fila también los aprovechados que esperan que alguien se descuide para tomar ventaja.

A LA GENTE LE HACE FALTA UNA RAZÓN PARA VIVIR

… buscamos más, pero en el proceso muchas veces alcanzamos menos…

Hay mucha gente capaz de esto y lo otro y de todo lo demás. Como no saben el propósito de la vida, y las religiones no la explican, andan por las orillas del camino sin encontrarlo. Como no lo pueden encontrar, se lanzan a la satisfacción personal dedicando toda su vida a complacerse y a satisfacer cualquier emoción pasajera. Llegan a ser perfectos idólatras de ellos mismos. Es triste ver a la humanidad volcada en el pedregal de sus propios deseos.

Los “buscafortunas” se cuentan por millones y es curioso que mientras más millonarios hay, más enredada está la gente y menos felicidad encuentran en las cosas que compran o en los lujos, cada vez más extravagantes, que se dan. Al fin y al cabo ¿cuántos relojes te puedes poner al mismo tiempo sin verte ridículo? ¿Cuántos trajes de diseñadores te puedes poner a la vez? ¿En cuántos automóviles te puedes montar a la vez? Pero la vanidad y la falta de saber por qué vivimos los impulsa a disparates y ridiculeces cada vez más grandes.

Para mal de males pensemos en los años que vivimos. En muchas naciones la expectativa de vida es de 75 a 85 años. ¿Crees que eso es mucho tiempo? No lo es. Claro eso sin contar las muertes prematuras por andar corriendo por la vida y morir de un infarto, de un accidente o de uno de esos excesos que miles de jóvenes se dan y por los que luego se quedan tiesos. La vida es corta querido lector… y precisamente por eso, hay que cuidarla y vivirla con calma disfrutándola con lo que nos provoca verdadera felicidad, no con lo que acelera nuestra muerte.

Claro está, si no nos resolvemos a cambiar, nuestra naturaleza humana nos seguirá dando malas y peores pasadas de rato, hasta que aprendamos… si es que aprendemos a vivir la vida como debe vivirse. Como dicen en mi pueblo “somos más complicados que un plato de espaguetis.” ¿No te parece?

¿Sabías que hay algo que puede ayudarnos a encontrar verdadera satisfacción y felicidad en la vida y que no tiene nada que ver con dinero? Escríbeme a KomoSabes@gmail.com